viernes, 18 de octubre de 2013

Práctica BLIJ: "La animación a la lectura desde edades tempranas" de Pedro César Cerrillo Torremocha

En el artículo "La animación a la lectura desde edades tempranas", Pedro Cerrillo hace balance de cómo son los hábitos lectores en la actualidad y, también, de qué podemos hacer para seguir fomentando esos hábitos, sobre todo, en los niños más pequeños. Bajo de estas líneas, incorporo mi resumen de este artículo.

En nuestra sociedad, la lectura no es un ejercicio normalizado, porque no es entendida ni aceptada como un derecho ciudadano de primera necesidad y porque no ocupa un lugar mínimamente importante en el tiempo de ocio de los españoles. Sin embargo, España es el quinto país del mundo en producción editorial. Somos una gran potencia editorial, pero todavía no lectora.

Aunque nunca se ha leído tanto como ahora ni nunca han existido tantos lectores, leer no está de moda. Además, mucha de la lectura que se practica, actualmente, es instrumental; se lee más como fuente de información que como fuente de conocimiento. En cambio, parece que nadie discute, hoy en día, la necesidad de extender el hábito lector a la mayor cantidad de personas posible.

Tipos de lectura y lectura escolar

Hay muchos tipos de lectura, muchos de ellos instrumentales, pero, la verdadera lectura es la voluntaria, la que no tienen ninguna finalidad más allá de ella misma. La lectura obligatorias, son las lecturas escolares. Hay que aceptarlas y realizarlas, teniendo en cuenta que, son lectura que exigen esfuerzo, disciplina, tiempo y dedicación. 

Asimismo, debemos saber que nos podemos encontrar con dos problemas: 
  • La necesaria convivencia de la lectura obligatoria y la lectura voluntaria.
  • La selección de esas lecturas obligatorias, de modo que se pueda producir una relación de empatía entre el lector y el libro obligado.

El hábito de la lectura voluntaria suele adquirirse en casa, no en la escuela, siendo una consecuencia de la voluntad de leer, que se ha podido reforzar con la práctica de la lectura en la familia. Lo más eficaz para que un niño lea es, probablemente, que vea leer. Tras la familia, estaría la escuela y, en relación con las dos anteriores, la biblioteca.

El mundo de la animación a la lectura

En los últimos veinticinco o treinta años han sido frecuentes las actividades de animación a la lectura, entendida esta más como un juego/estrategia/técnica para leer un libro concreto que una actividad organizada para el fomento general de la lectura. La animación a la lectura necesita, en la actualidad, una reflexión profunda sobre la Lectura.

Objetivos y ámbitos de la animación a la lectura

  • El objetivo único de la animación a la lectura debiera ser la mejora de los hábitos lectores de los individuos a quienes se dirige la animación, hasta lograr crear en ellos hábitos lectores estables. 
  • Los ámbitos de la animación son de dos tipos: formales (la escuela y la biblioteca) y no formales (la familia, los medios de comunicación, los clubes de lectura, las tertulias literarias o las librerías).
Estrategias y técnicas de la animación a la lectura

Entendemos como tales las actividades que programaremos y los mecanismos que pondremos en funcionamiento para "animar a leer" en diversos contextos, con fines concretos, y que no tienen por qué ser siempre los mismos:
  • Para leer por leer.
  • Para superar obstáculos que la lectura conlleva.
  • Para leer un libro concreto.
  • Para leer varios libros de un tema concreto.
  • Para leer a un autor concreto.
La animación a la lectura requiere unas condiciones previas:
  1. Que la actividad sea libre, gratuita y continuada.
  2. Que los libros elegidos sean adecuados a la edad de sus destinatarios.
  3. Que esos tengan calidad literaria.
  4. Que sean textos completos
  5. Que la experiencia pueda ser comunicada a los demás.
Además, en cualquier estrategia o técnica que programemos el animador debe tener en cuenta:
  • Los destinatarios.
  • El libro que se proponga.
  • El carácter grupal o colectivo de la estrategia.
  • Las actividades a realizar.
  • La existencia de un espacio para la lectura individual y silenciosa.
  • La periodicidad.
  • Los materiales que se vayan a emplear.
  • El componente no utilitario de la estrategia.

Elementos negativos en una animación

En ciertas animaciones aparecen condicionantes y elementos que entorpeces el desarrollo de las mismas y, que impiden, el logro de los objetivos que se proponen. Los más peligrosos son la obligatoriedad de la animación, que el libro elegido ya se haya usado con otro fin, que la animación conlleve premios o castigos, que el libro no conecte con los destinatarios, que la animación obligue a un trabajo posterior o que el texto elegido sea fragmentado y sin vida propia.

La mejora de los hábitos lectores de una población empieza con la formación de sus ciudadanos como lectores literarios ya en las primeras edad. Para que el camino recién iniciado en los nuevos lectores no se vea interrumpido es imprescindible que no les contemos historias aburridas, que no les impongamos las lectura, que no frenemos sus motivaciones lectores y que no les coartemos su capacidad para creer en cosas increíbles. Pero, en ese camino, es necesaria la buena convivencia de las lecturas escolares y de las lecturas voluntarias. La suma de las experiencias de ambas lecturas ayudará a la formación del espíritu crítico del nuevo lector.


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