domingo, 29 de septiembre de 2013

¿Movilidad exterior? No, es desesperación

El artículo “¿Movilidad exterior?No, es desesperación” nos hace reflexionar acerca de la actual situación formativa y laboral en España. Según Eurostat, nuestro país está a la cabeza de la sobrecualificación laboral en la Unión Europea. Entonces ¿por qué conocemos miles de casos de migraciones de jóvenes españoles con una formación académica buena? Parece que miramos hacia otro lado para no percatarnos de que estamos invirtiendo en talentos que luego no “aprovechamos”.

Por un lado, la cruda realidad es que, si hace unos años un título universitario era una ventaja a la hora de encontrar un buen trabajo, actualmente nada más lejos de la realidad.  Este hecho provoca la desmotivación de muchos jóvenes, que no encuentran sentido al esfuerzo económico y académico que supone estudiar durante tantos años.

Por otro lado, la sociedad española también está desaprovechando talentos que no pueden llegar a desarrollarse, puesto que las posibilidades de seguir formándose son algo casi imposible, debido al elevado coste económico de másters y carreras universitarias.

Finalmente, me gustaría comentar que hasta que nuestra sociedad no aprecie el talento, estamos fracasando. De hecho, mediante los recortes en educación y la falta de apoyo a los investigadores, estamos empobreciendo a la sociedad española, tanto económica, como social y culturalmente. No podemos permitir más esta situación, pues estamos propiciando que los jóvenes, desesperados por “sobrevivir” y labrar un futuro que en España sería incierto, no tengan más opciones que emigrar. Y después de comentar todas las anteriores cuestiones, no se me ocurre mejor manera de acabar que decir lo siguiente: 

Un país que no valora a sus talentos, es un país que no cree en el futuro. 

Firmado: Irene Esclapez Sempere

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